estabilidad emocional Things To Know Before You Buy
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Pero otra cosa sucede con el amor nuestro de cada día. El amor que verdaderamente somos capaces de sentir y el que esperamos que otros puedan sentir por nosotros. Para bien y para mal, ese amor no es ningún sentimiento sublime e ilimitado.
Apoyo: Apoyarse mutuamente en las buenas y en las malas es un signo de amor verdadero. Este apoyo incondicional puede ser emocional, fileísico o incluso financiero.
El chico se balanceaba con ganas y le contaba al árbol las cosas que le pasaban cotidianamente en casa.
Generosidad: El amor verdadero es generoso, dando sin esperar nada a cambio. Esta generosidad puede manifestarse en muchos aspectos, desde compartir tiempo hasta regalos materiales.
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La confianza es el cimiento sobre el cual se edifica toda relación. Es important confiar en la lealtad, la honestidad y la integridad del otro, creando así un entorno seguro y estable.
Este amor no es posesivo ni restrictivo; por el contrario, libera y amplía los horizontes de los individuos.
Este apoyo incondicional, especialmente en momentos de crisis o incertidumbre, es un claro indicativo de amor verdadero.
Se ve en los pequeños actos cotidianos de bondad y consideración, en la forma en que las parejas se comunican y resuelven conflictos, y en el apoyo mutuo que se brindan en los buenos y malos momentos.
Había una vez, en las afueras de un pueblo, un árbol get more info enorme y hermoso que vivía regalando a los que se acercaban el frescor de su sombra, el aroma de sus flores y el increíble canto de los pájaros que anidaban en sus ramas.
En el amor verdadero, no buscamos a la persona perfecta, sino a la persona que hace perfecto nuestro mundo imperfecto. Se trata de encontrar a alguien con quien no solo compartes risas y alegrías, sino también miedos y tristezas.
Según Girona, el amor verdadero no es simplemente un punto de partida en una relación, sino más bien un punto de llegada. A diferencia de la creencia común de que el amor es algo que se encuentra al inicio de una relación, él sostiene que el amor verdadero es una construcción que requiere el esfuerzo conjunto de ambos miembros de la pareja. No es una tarea fileácil, pero Girona afirma rotundamente que el amor verdadero existe.
La pareja se alimenta de la diversidad y, para que esta exista, deben estar definidos los distintos espacios, intereses y tiempos. Debemos hacer saber a nuestra pareja que no dejamos de amarla ni de prestarle atención o tenerla en cuenta a pesar de que nos agrade tener tus espacios de soledad. Porque los espacios personales no son, ni deben ser, una amenaza para el otro.
El amor verdadero trata de dos seres completos que se unen para compartir su abundancia. Nunca versará sobre dos personas dañadas y carentes que se aferran al otro para evadirse de su propio dolor.